CAPAS
DE LA TIERRA
ELIANA MOYA QUIROGA
SANDRA VALBUENA
ESTHER TORRES CRUZ
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE
COLOMBIA
FACULTAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA –FESAD
FUNDAMENTOS Y DIDACTICAS DE LAS CIENCIAS
NATURALES
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON
ÉNFASIS EN MATEMÁTICAS, HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
CHIQUINQUIRÁ
2014
ESTRUCTURA INTERIOR Y CAPAS DE LA TIERRA
La Tierra tiene un diámetro de 12 756 kilómetros (7 972 millas) El
interior de la Tierra consiste de roca y metal. Está hecho de cuatro capas
principales:
1) el núcleo interno: un núcleo sólido de metal de níquel y hierro (2 440 kilómetros de diámetro)
2) el núcleo externo: un núcleo fundido líquido de níquel y hierro.
3) el manto: denso y básicamente roca de silicato sólida
4) la corteza: material rocoso de silicato delgado
La temperatura en el núcleo es más caliente que la superficie del
Sol. Este intenso calor proveniente del núcleo interno hace que el material
existente en el núcleo externo y en el manto se desplace.
Si pudiéramos observar la Tierra desde el
espacio a unos ochenta mil kilómetros de distancia, la veríamos envuelta en una
capa de gases que habitualmente llamamos aire y que es la atmósfera.
La atmósfera es una de las tres
capas que rodean el planeta. Las otras dos son:
la geósfera, constituida por materia en estado sólido, como son las rocas y la arena,
y la hidrósfera, constituida por materia en estado liquido, que
principalmente es el agua presente en los océanos, ríos, aguas subterráneas,
etc. Como la tierra es esférica, las diferentes capas: atmósfera, geósfera e
hidrósfera toman la forma del planeta y es por eso que se llaman esferas
de la Tierra.
Estas capas esféricas nos muestran, a gran
escala, los tres estados de la materia: el gaseoso, en el aire que conforma la
atmósfera; el sólido, en los minerales y el suelo de que se compone la
geósfera, y el líquido, que son las aguas de la hidrósfera. Cada una de
estas capas contribuye a la perpetuación de la vida en el planeta Tierra.
La atmósfera proporciona las condiciones necesarias
para que animales y vegetales desarrollen sus procesos vitales, ya que nos
protege de las radiaciones solares peligrosas y nos proporciona el oxígeno
necesario para la respiración. Mantiene, además, un equilibrio entre los
extremos de calor y frío y transporta la humedad de los océanos a los
continentes.
La geósfera suministra, entre muchos otros
componentes, los minerales y el suelo para los cultivos. En la geósfera
se da una amplia diversidad de vida, pues contando tan sólo el número de especies
de plantas terrestres vemos que hay alrededor de 300.000.
La hidrósfera proporciona el agua para
satisfacer las necesidades de los organismos vivos. En la forma de vapor
de agua suspendida en el aire determina los estados del tiempo y los fenómenos
climáticos en general.
La vida, tal como la
conocemos, nació y se desarrolló en el agua. Hasta hoy día, las aguas de
los mares siguen siendo una fuente inagotable de nuevos seres vivos. En
todos los organismos vivientes hay una parte de agua en mayor o menor
proporción.
Podemos decir entonces que el aire, el agua y la
tierra constituyen los recursos fundamentales para el desarrollo de la vida en
la Tierra, constituyendo lo que se conoce como Biósfera. Son también factores de suma importancia para el progreso de la humanidad,
en actividades productivas como la minería, la industria y la agricultura, por
lo que es urgente la toma de conciencia de que la conservación de los recursos
mencionados es vital para los seres vivos. Índices altos de contaminación en el
agua, aire o suelo, ponen en peligro la vida en el planeta.
Atmósfera
La atmósfera, ese océano de aire que nos rodea,
para efectos prácticos y de estudio, se ha dividido en diversas zonas o capas
en relación con la altitud y sus funciones. Estas divisiones y nomenclatura de
las mismas son bien dispares, según los científicos y países que las han
establecido.
BIBLIOGRAFÍA